Existen muchos factores que determinarán si una persona que visita la web de nuestra empresa terminará contratando nuestros servicios o comprando alguno de los productos de nuestro catálogo. O lo que es lo mismo, si un cliente potencial se convertirá o no en uno real. Algunos de estos factores son nuevos y han aparecido como consecuencia del nacimiento de Internet y del salto que en su día hicieron muchas empresas a la web. Estamos hablando del diseño y la navegabilidad de nuestra web, por ejemplo. Que un posible cliente sea capaz de navegar de manera intuitiva por nuestra web y que nuestra página tenga un diseño adecuado al servicio que ofrecemos (serio si se trata de un bufete de abogados, apetecible si hablamos de un restaurante o limpio si es el caso de una clínica) influirá mucho en la actitud del potencial cliente. Otros medios de captación, como el hecho de darse a conocer o hacer promociones son tan antiguos como la aparición misma de los negocios.
Es precisamente este último factor el que suele atraer más clientes. Más incluso que el diseño de nuestra web. Con ofertas periódicas y atractivas el número de visitas a nuestra página web subirá como la espuma, así como nuestro número de ventas. Además, contamos con multitud de medios a través de los cuales podemos difundir nuestras ofertas: foros, blogs, aunque si buscamos efectividad no podemos dejar pasar las redes sociales. Las redes sociales ejercen un efecto viral boca-oreja muy rápido y eficaz con el que dar a conocer nuestras promociones, por lo que sería conveniente hacernos un perfil en varias de ellas.
Ya sabemos lo eficaces que son las promociones a la hora de captar clientes y también los medios de difusión más efectivos. Es hora de dar algunas ideas para diseñar nuestras propias promociones. En principio cualquier empresa puede hacer promociones. Por supuesto, empresas de ropa, cosmeticos, regalos, viajes, restaurantes, joyerías, relojerias y demás lo tienen más fácil. O al menos eso es lo que parece. Lo que sucede, sin embargo, es que estamos más acostumbrados a ser clientes de este tipo de negocios que de bufetes de abogado o clínicas de cirugía estética, por ejemplo. ¿Quién no ha aprovechado alguna vez la oferta de “trae a un amigo y disfruta de x descuento”? El 2×1 y el 3×2 son también muy conocidos. Como también lo es que te regalen cierta cantidad de dinero en tu próxima compra si gastas más de una determinada cantidad, te suscribes a un catálogo o simplemente te registras como usuario de la web. Los sorteos, por otro lado, pican la curiosidad de muchas personas y las animan a participar haciendo recargas en sus móviles o pequeñas compras que les den participaciones. El quid de la cuestión es mimar e incentivar al cliente siempre que sea posible. Empresas más serias, por decirlo de alguna manera, como bufetes de abogados, clínicas médicas, seguros de vida e incluso funerarias tienen también sus propias ofertas y promociones. En las clinicas médicas y seguros de vida es habitual hacer ofertas temporales en función del número de familiares afiliados. Los bufetes de abogados y las funerarias suelen ofrecer promociones en función del número de servicios contratados.
Lo que es evidente es que en estos tiempos de crisis en lo que lo primero que se mira es el precio y, por descontado, la calidad y fiabilidad de nuestros productos y servicios, no podemos ignorar este gran método de captación que son las promociones. Además, las ofertas son una herramienta estupenda para conocer a nuestros clientes, averiguar cuáles son sus principales intereses e identificar nuestros productos y servicios estrella. Jugar con esta información, mimar a nuestros clientes sin olvidar nunca nuestra propia rentabilidad, hará que nuestro negocio sea un éxito. Agudizar nuestro ingenio es, como siempre ha sido, una necesidad en el mundo de los negocios, pero sobre todo ahora que la competitividad es tan grande como consecuencia de Internet.