A veces creemos que para las ideas muy baratas nunca van a dar los mismos frutos que las grandes inversiones. Aquí os dejamos 5 ideas que dieron lugar a negocios millonarios con poco presupuesto y una gran dosis de creatividad, ingenio y que quien las llevó a cabo supo hacerlo de la mejor manera:
El hombre que se hizo rico vendiendo piedras:
Gary Dahl era un publicista de California que al escuchar por parte de amigos todas las incomodidades de tener o regalar una mascota decidió inventar una cuyos cuidados fuesen mucho más sencillos: piedras. Así como leéis. Gary Dahl se hizo millonario vendiendo piedras. Una idea loca muy bien llevada a cabo. Con un buen packaging consiguió centenares de miles de piedras, las pintó y las vendió a 3,95 dólares, cuando cada uno le costó a un centavo. El éxito reside en el envoltorio: unas cajas de cartón con paja dentro, para encontrarse una piedra pintada como si de un niño pequeño se tratase. Además, venía incluido un manual de instrucciones para saber cómo tratar y qué cuidados necesitaba tu ‘pet rock’.
La página del millón de dólares:
Alex Tew, un chico de 21 años, decidió montar una página llamada la página del millón de dólares: milliondollarhomepage.com. Cada pixel de la página costaría 1 dólar a quien quisiese anunciarse en ella. Organizó paquetes de 10×10 píxeles para facilitar la inversión a las distintas empresas. Recurrió para arrancar a las habituales 3 F (Family, friends and fools) y con ellos consiguió recaudar sus primeros 5000 dólares. Poco a poco, alguna compañía se animó y así fue creciendo hasta que la recaudación que había logrado así como la rapidez con la que se movió, generó el interés de medios como la BBC y diferentes revistas. Esto propició que empresas importantes se empezasen a interesar. En muy poco tiempo consiguió un cuarto de millón de dólares. Ya nadie pudo parar aquello y en muy poco tiempo Alex Tew se hizo millonario.
El negocio que ayudaba a la gente a faltar a su trabajo:
Hace unos años una empresa montó un negocio simple pero efectivo, poniendo en marcha una red de excusas médicas para trabajadores y estudiantes americanos. Por 50 dólares por nota podías faltar a tu trabajo o a tus clases durante unos días que variaban dependiendo de la excusa que pusiese la nota. Notas que pudiesen ser similares a cualquiera de las que te da un médico. Hoy en día el creador de la empresa sigue funcionando desde su hogar, en un pequeño pueblo de Oklahoma, y tan solo con un ordenador portátil.
Vender huesos de la suerte:
LuckyBreak es una compañía fundado por Ken Ahroni, que se volvió millonario con su loca idea de vender huesitos de la suerte destinados, sobre todo, al día de acción de gracias. Su compañía se especializó en producción de fúrcula, huesos en forma de horquilla. Son los llamados huesos de la buena suerte, de los que LuckyBreak produce 30.000 unidades al día.
Almohadas para el microondas:
Kim Levine se hizo millonaria gracias a una idea muy simple y que llevó a cabo con tan solo una máquina de coser. Tan simple como meter maíz en almohadillas que ella misma tejía. A su producto, esas almohadillas, las llamó Wuvid. Se dio cuenta del potencial enorme que tenía su idea gracias a sus vecinos que la empezaron a llamar a media noche para pedirle una, ya que sus hijos dormían mejor con Wuvid puesta bajo su cabeza. Al principio simplemente le daba para vivir, hasta que la cadena Saks decidió vender estas almohadillas en sus locales. Ahora, Kim Levine es millonaria y cuenta en un libro como desarrolló su idea y como logró su sueño gracias a mucha creatividad, constancia, ingenio y, también, el golpe de suerte que toda idea necesita, por muy buena que sea.