Iniciar un proyecto propio exige más que entusiasmo: requiere planificación detallada y adaptación al entorno local. En España, donde el dinamismo empresarial crece cada año, la diferencia entre prosperar o cerrar pronto suele estar en los detalles. Según estudios recientes, el 60% de los nuevos proyectos superan su primer año cuando se basan en investigación sólida y objetivos definidos.