Desde su aparición en 1969 Internet no ha dejado de revolucionar nuestro mundo. Prueba de ello es lo indispensable que se ha vuelto no sólo en la práctica totalidad de trabajos y oficios, sino también en nuestra vida diaria. Realizar un pedido, comprar desde la comodidad del hogar, organizar un viaje, mantener una conversación gratuita a nivel internacional y, sobre todo, darse a conocer son cosas que muchos de nosotros echaríamos mucho en falta si desaparecieran. Con Internet todo y todos están más cerca, a tan sólo un simple click de distancia, hay mucha más variedad y, en consecuencia, mucha más competencia. Las empresas lo saben, como saben también que, hoy en día, si no estás en la web no existes.
Es por eso que darse a conocer cobra tanta importancia para cualquier tipo de negocio. No importa su naturaleza, podemos estar hablando de una importantísima marca de moda, de un afamado bufete de abogados o de un pequeño negocio local de repostería. Independientemente de lo conocidos que sean en un principio no podrán expandirse ni seguir dándose a conocer y aumentar así su clientela sin aparecer en la web. Así pues, estar en Internet es imprescindible.