El mundo gira muy rápido para muchas empresas que no han sabido adaptarse al siglo XXI. En época de crisis y con el auge de las nuevas tecnologías, tan solo las mejores han sobrevivido o han sabido comenzar su trayectoria con unos cimientos sólidos y un modelo de negocio que se corresponda con las necesidades actuales del mercado. Los nuevos paradigmas y las circunstancias que envuelven a una empresa no tienen nada que ver hoy con lo que pedía el mercado hace unos años. Lo que antes servía hoy ya no vale.
En primer lugar está la figura del empresario. El empresario de hoy en día ya no debe ser visto como un jefe, sino como un líder. El liderazgo autoritario ya no se antoja eficaz. La gente debe estar contenta, motivada, tener cierta libertad que le haga sacar lo mejor de sí misma. El jefe (o líder) debe ser un guía que muestre el camino y que motive a andarlo. Cualquier signo de autoritarismo puede ser muy perjudicial y es que ante todo estamos trabajando con personas que deben ser tratadas como tal. El plano humano y la comunicación en una empresa se ha vuelto más importante que nunca para sacar el máximo rendimiento a los trabajadores.

Muchos hogares cuentan en su interior con varios pisos o plantes que hacen que la rutina se haga mucho más pesada sobre todo para aquellas personas cuya movilidad sea reducida.
El mercado inmobiliario en Valencia va resurgiendo de sus cenizas poco a poco, especialmente en el centro histórico de la ciudad, impulsado por el tránsito de los turistas que a tantos inversores tanto nacionales como internacionales atrae dispuestos a obtener ciertos beneficios y rentabilidad como el caso de los hoteles boutique como el singular Sweet Otel cuya reciente apertura esta bajo la firma de Alain, uno de los despachos de referencia para la reactivación del turismo y del mercado inmobiliario en Valencia, los Hostels como los puestos en marcha desde 2012 por la cadena 
Ascensores Ruiz es una empresa familiar dedicada en cuerpo y alma al diseño, instalación y rehabilitación de ascensores. Tal ha sido su cometido durante cerca de 100 años que lleva al servicio tanto de empresas como de particulares. Desde luego, experiencia no les falta. Y si hoy en día siguen al pie del cañón es gracias a un elemento clave en su política: la satisfacción del cliente.