De siempre este tipo de servicio lo hemos desempeñado nosotros mismos en nuestros hogares cuando el tiempo y el espacio nos lo han permitido, con la incorporación de la mujer al mundo laboral y las ampliaciones de las jornadas laborales de ambos cónyuges, el nacimiento de los hijos el cambio de hogares que en un principio eran más pequeños a uno que eran notablemente más grandes, las circunstancias y el ritmo de vida nos han hecho replantearnos el llegar a contratar a un/a asistente personal o una empresa de limpieza del hogar.
A día de hoy y como consecuencia de la crisis que azota nuestro país, muchas de las empresas que ofrecen este tipo de servicios se han visto sacudidas por el descenso en la contratación de estos servicios llegando a solicitar, en numerosas ocasiones, los servicios de mujeres de confianza o incluso el no contratar los servicios de la empresa, ya que el nivel económico desciende y los recortes en el hogar, por lo tanto también.