Es muy habitual que con el paso del tiempo los grifos de nuestra casa comiencen a estropearse y a gotear. Cuando un grifo gotea puede ser porque bien el grifo a perdido su fuelle, esta dilatado o ya no es capaz de cumplir con su funcionalidad debido al paso del tiempo y el desgaste interno.
Antes de cambiar la grifería es importante averiguar, si hay goteo, si esto proviene del interior del grifo, es decir que éste pierde agua o por el contrario con encontramos ante una fisura en la tubería de contacto.
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Como manitas que somos, podemos intentar reparar nosotros mismos el grifo estropeado, solo necesitaremos unas sencillas herramientas como son un destornillador, una llave inglesa ajustable y una arandela de repuesto además del grifo nuevo si se necesitase.